Poemas

En el amor hay que volverse vida

 Cuando el amor nos nace, la savia se embellece

en la poesía que se crea y en la luz que nos recrea,

en el verso que llamea y en el sol que nos cobija,

en la voz que nos vive y en el cielo que nos llama.

 

La proximidad hace que los muros y las distancias

se desplomen, que las murallas se desmoronen,

y que los horizontes se abran como amapolas

a la ternura de quien quiera compartir con nosotros.

 

Andamos necesitados de amor a pesar del trajín

con el que nos vemos y movemos de acá para allá,

deberíamos ver el sentido profundo de lo que soy,

y disponernos a vivir con pasión el deseo de amar.

 

Aprender a amar es aprender a quererse y a querer.

Para incorporarse a este itinerario de entusiasmo,

hay que dejarse absorber por el impulso del alma,

visionar con otros ojos, sentir que nos donamos.

 

Porque el amor es un apetito incesante y creciente,

dejémonos cautivar por un corazón que sienta,

y que abrigue el anhelo de tú no morirás jamás.

Olvidémonos de las palabras que nada cuestan.

 

Efectivamente, el amor ha de motivarnos a no ser,

para ser en los demás el aire que anima y reanima,

un motivo sublime que se nos brinda para florecer

y llegar a ser algo en sí mismo, para volverse vida.

 

Víctor Corcoba Herrero- corcoba@telefonica.net

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