Abro un libro
y te encuentro allí,
entre las hojas.
Alguien robó al Tiempo
su voluntad inasible…
Te encuentro allí, atrapado.
¿Quién se estremeció
al tenerte entre sus manos?
¿Quién te encerró?
¿Quién te dejó en la oscuridad?
¿Quien mezcló
tus hojas con las hojas?
Fue quien detuvo el Tiempo.
Fue quien guardó el amor
y prefirió el recuerdo.
Fue quien se llevó tu aroma.
¿Qué manos unieron hojas y flores
con hojas y poemas?
Las manos ya no están…
se fueron hace tiempo…
Y dejaron su alma en tus violetas,
para que la encuentre
en los renglones de la Vida
algún lector anochecido.
Cecilia Bigetti-