¿Quién pudiera tener tu corazón?
para ser su dueño
de la dulzura
que tu alma encierra
para adorar tu bella imagen
con besos, caricias y penachos
de ese matiz encantador
que la esbeltez de tu cuerpo
pronuncia como porcelana
de ese fuego
que adorna la ternura
de tu sonrisa seductora.
Rey Alberto Avalos Ruiz-