No me preguntes qué llevo en mis alforjas
son perlas que dormían en el fondo del mar…
Cadencias milenarias, alegrías, congojas,
volcánica estridencia,
¡impulso de llorar!
Absurda bobería, romántica indiscreta
sinfonía inconclusa, en vana terquedad
de atravesar el muro y encontrar al poeta
que al pensamiento puede poner en libertad.
El conoce el estilo, le da forma a la nada,
es memoria infinita del Fuego Creador.
¡Es el Ave Fénix! resurrección alada
para vivir por siempre consagrado al amor.
¡Oh!, no me preguntes qué llevo en mis alforjas
es algo más que un mundo que esboza inmensidad
Ni el mismo árbol sabe porqué caen sus hijas
y el otoño lo viste de total soledad…
Clara Mizrahi-