Allí están, todas en fila.
Algunas llegan marchando
y se van acomodando
ante el palco de mi mente…
Otras llenan la mochila
que cargo sobre mis hombros.
Todas se hacen presentes
para colmarme de asombro!
Si parecen “profesoras”
que con su sabiduría
le regalan a mis días
vivencias reveladoras!!
Así, miro para atrás
y me ubico en el pasado,
aceptando lo llorado
para no llorarlo más.
Hallo que, a cualquier edad,
florecemos si nos aman…
Y soporto si me gana
alguna dificultad.
Sé que, a veces, todo es nada.
Que hubo luz en mi mirada
cuando acunaba ese sueño
imposible pero bello!!
Me enseñaron tantas cosas!
A explicarme aún callando,
y a seguir aún tropezando
por travesías riesgosas.
A rendirle mi tributo
al que sufre y al amigo,
a valorar los minutos,
a obrar bien u sin testigos.
Con todas las “EXPERIENCIAS”
fui enriqueciendo mi vida…
Si pudiera, a mi partida,
las legaría en herencia!
Silvia L. de la Cal-