Poemas

Amanecí llagado…

Amanecí llagado

sobre un campo de cenizas.

A mi alrededor la muerte cosía

mis costras para hacerse un abrigo,

guiñaba el ojo a un ave de rapiña

que a lo lejos se saciaba.

No me dejes ver el abandono ahora

con los ojos de piedra. No me hagas

llamarte a gritos si extirparon tus tímpanos.

Espérame al anochecer en nuestra casa,

prepara café cargado y un baño caliente

de sales o flores o lunas desteñidas.

Llagado amanecí y no lo sabes;

amanecí puesto en una caja

que nadie abrirá, salvo tú

cuando no quiera abrazarte.

No me prives, no me pruebes,

no me expongas hoy

al fuego del verano.

 

Cristián Basso-

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