El enviado entregó al hombre
tres cofres:
uno de oro,
uno de plata
y uno de bronce.
Contenían pensamientos,
sentimientos y palabras,
envueltos en perfume
de montañas,
bosques y mares.
Y le dijo:
—No los abras,
hasta saber cuál usarás primero.
Desobedeció el hombre;
y nació el caos.
Cecilia Bigetti-