Sin ruta planeada, los caminos olvidan
secuencias aprendidas.
Desaparecen los tramos cotidianos
en busca de otros recorridos y
de encuentros inusuales.
Son los caminos,
testigos silenciosos, de giros y trayectos,
dando sentido, a la tenaz incertidumbre.
Acompañan desafíos y se abren
a otros panoramas, donde se hace
imprescindible volver a encontrarse.
Se significa así, todo nuevamente.
Otros cielos se dibujan e
iluminan paisajes desafiantes.
Tras ellos voy con la promesa de
construir algo diferente.
Graciela Di Laudo-