Poemas

El nombre de las horas

En estas horas mías -que parecen ajenas-,

cuando busco mi rostro en la faz del momento,

tu nombre se repite al ritmo de mi aliento

y recurre el trayecto de la sangre en mis venas.

 

Te nombro y casi no, es un murmullo apenas,

y casi no, no más que un exiguo fragmento

que navega los mares, llevado por el viento,

hasta alcanzar tu orilla, al ras de tus arenas.

 

Digo tu nombre usando las claves del sigilo

en los modos que sé de enseñar a la nada

el lugar donde el eco resuena en doble filo.

 

Te nombro desde un páramo con carencia de auroras

como quien dice un rezo, el pecho en la callada,

como quien dice al tiempo el nombre de las horas.

 

Tania Alegría-

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