Poemas

¡Ven…

¡Ven,

como a Lázaro, resucítame!

 

Despierta este laberinto

que circunda viejas cicatrices,

atraviesa mi sangre y úngeme

con manso néctar.

 

¡Ven…!

 

No temas a la ciudad que soy,

mis terrazas, mis barrancos.

Envuélveme con tus labios

y aquieta la sed

de tantos octubres.

 

¡Ven…!

 

Reposa tu ruego

sobre mi estirpe guerrera,

derrota mi fuego, sálvame.

 

Gustavo Tisocco-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *