Poemas

Ceguera

“Si un hombre escucha por la mañana el camino correcto,

puede morir por la tarde sin arrepentimiento”. – Confucio

 

Cuando llegamos al borde del precipicio

debía empujar a Harry, el ciego,

y cumplir de una vez y para siempre

con su pedido.

 

Él estaba harto de la indiferencia del mundo

de la burla de la gente

de vivir como un mendigo.

De que el único que leyera sus poemas fuera yo.

 

Lo abracé, le dije que entendía perfectamente;

lo miré a los ojos

le puse este poema en el bolsillo

y me arrojé.

 

Textos de El pianista del Black Cat y otros poemas, octubre 2007

 

Andrés Bohoslavsky –

 

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