La puerta esta ciega
perdió su horizonte
se mastica para adentro
el dolor por ajeno que sea.
Eran tres flores
que desparramaban perfume
en la primavera de Sarmiento
El verdugo acechaba con su hoz
y de un zarpazo lapido a la madre y sus dos brotes
El riego de los lagrimales quiere darte vidas
y solo quedan imagines de cuando la savia estaba viva.
Hay estupor y dolor por sus calles
que extrañan sus risas
y una luna testigo que está de luto.
Enzo David-