Desde el lugar donde habita
la nostalgia,
siento que se ha detenido
el tiempo, al marcharte
contigo te llevas la poca
o mucha alegría
que me regalaste
también mi silencio obligado
y alguna que otra confesión
que me atreví a decirte,
siento que contigo se va
mi alma enamorada,
y toda la ternura los
sueños y esas ilusiones
que se albergaban en
las entrañas de mi alma y de
ese corazón triste
y confuso por tu partida.
Como pedirte permiso una
vez más para confesarte
que te lo llevas todo, deseos
incumplidos, añoranzas, gratitud,
gracias por permitirme
quererte y amarte así,
tras de ti se va
mi vida entera.
Dulce María Méndez-
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