Oh temprana raíz de prima veras.
Vástago de la voz que canta y sube
hasta el seno encrespado de la nube
que humedece tu piel de sementeras.
Yo sé de tu violín, de tus praderas,
de tu campo y tu sol, y de tu nube.
Yo sé de tus caminos porque anduve
soldados de esa luz y esas trincheras.
Parece que en tu amor ya no hay fronteras
que asomen su mirada claudicante
para asustar tu canto y tus banderas.
Y así… verso y pradera y canto y nube
movilizan tu sueño: interrogante
secreta de la voz que canta y sube.
Pedro J. Pérez Cuellar-