Es la niebla que no deja ver
el afuera desafiante.
Me desgrano en intentos
por buscar recorridos, y
entender lo inhóspito.
Allí la incertidumbre es dueña,
capaz de instalar distancias dolientes.
Necesito aclarar los secretos,
que deshilachan el ánimo,
sosteniendo los días.
Encrucijada oscura que
aguarda, cual sortilegio,
un pasaje a la libertad, una salida.
Graciela Di Laudo-
Pingback: 18 de marzo de 2015 : : Cronica Literaria