Poemas

Creo en la transformación del ser

Somos la palabra, pero también seremos el silencio.
Somos la sombra, pero también seremos la luz.
Somos nada, pero también retornaremos a ser todo.
Aquél que vino para renacernos, también regresará.
Antes hemos de custodiarnos en el amor y amar.
Que quien ama, ilumina su propia historia de vida.
Recordémoslo siempre, antes del fin vendrá Dios.

Esa transfiguración del yo volverá a ser manantial.
Manantial glorioso de armonía injertada por el verso.
La invisible poesía de un alma rescatada, redimida.
Nos hemos alimentado el cuerpo, ¿pero el espíritu?
Nos hemos alentado para vivir, ¿mas hemos vivido?
Nos hemos querido, ¿pero nos hemos dejado querer?
La necedad nos ha enrejado y sonrojado por dentro.

Liberados de este cuerpo corrupto, todo será paraíso.
Atrás quedará esta vida terrena, tormentosa y cruel.
Volveremos a estar vivos como Jesús lo está ahora.
Reaparecemos como Él, con Él y por medio de Él.
Nos restituirá al poema perfecto, al soplo de la paz.
Apiñados como una piña no hará falta más camino.
El gozo de sentirse alma y no cuerpo es nuestro destino.

Víctor Corcoba Herrero- corcoba@telefonica.net

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