Tu ausencia reciclada; en áurea semilla,
destila dulces huellas; en brisas refulgentes,
¿por qué te fuiste linda?; ¿por qué tu amor no brilla?
me amaste con ternura; en flores renacientes.
Tu amor triste titila; cual agria y fría astilla,
astilla que se quiebra; en lágrimas ausentes,
amor desvanecido; en una tenue orilla,
la orilla del olvido; en páginas silentes.
¿Por qué te fuiste bella?; ¿por qué lloraste tanto?,
recuerdos polvorientos; de mustia lejanía,
tristeza sin presencia; y sin gélido llanto.
Historia terminada; sin voz ni melodía,
querencia desteñida, en un pétreo canto,
olvido que es el sello; de un nuevo y bello día.
Joel Fariñez-
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