La Verdad es el espejo de luz
que refleja el rostro del Hombre.
Toda su materia es simetría,
cálculo y peso
del átomo del Ser.
Es la Naturaleza
femenina, que sostiene en sus brazos
al Hombre
como un niño lactante
que buscase la Vida
en su seno.
En la mirada de la Verdad
se enciende la Palabra
que brota como el Río de la Sangre
desde dentro hacia afuera,
desde el Silencio
hasta la Expresión.
El Hombre gira a su alrededor
como el planeta alrededor del Sol,
ambos inmersos
en el Corazón del átomo
del Ser. La Verdad es la fuente
de donde brota la Salvación del Hombre.
Juan Manuel Pérez Álvarez-
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