No sé si existe, pero no importa.
Sólo pensar su nombre
convoca a la nostalgia
de una ciudad pequeña con sus casitas blancas
durmiendo su letargo en algún lugar
de la costa Mediterránea.
Al fondo brilla el mar como una amenaza.
Ella se muestra llana
porque el sol no deja ocultar nada.
Mientras me acerco……
la mirada abarca su contorno
y como un invasor trata de conquistarla.
De pronto viene un recuerdo, una pena,
quizás de otras ciudades que creía ya olvidadas.
Poesía en movimiento: dinámica de las palabras
Carlos Figueroa-
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