Poemas

Eso es la paz

Está ahí

en el justo intervalo del tiempo

que separa una palabra de otra palabra.

En las herramientas

con que los obreros descargan su angustia

y a la vez ganan el pan

de una nueva jornada.

Es como la vida

que comienza en esa extraña conjunción

de placenta, gritos y lágrimas

y también el sortilegio

del cansancio y dolor

al despedir a quien nos deja sus alas.

Surge de pronto en los adolescentes

y parece que se instala y se adueña de sus ganas.

A menudo los hombres se olvidan

pero siempre renace,

como la primavera,

en un mágico idilio que nunca se acaba.

Es la semilla que germina

entre la gota de lluvia y el sudor de la espalda

es el metal que subyuga al minero,

el humo en las chimeneas de una fábrica.

Recorre el camino de las amapolas

pero también el de las sombras derramadas.

Desciende hasta la esencia de la noche

Para volver hecha luz en ascensión cotidiana.

Es el pan. La raíz del pan. La savia

que a veces fermenta como una cascada…

Eso es la Paz.

 

Ana María García Barbará-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *