Poemas

Reflexión fugaz VII

Tras identificarme

corto…

al oírme en sus sienes

apago mi voz…

si como creando versos

le aplaudí

tantas veces…

 

Pretendí acariciarle al oído,

con fuerza grité tu nombre…

y me mutiló el habla…

Es inútil

conquistar la noche

envistiéndole como perro rabioso…

Innecesario es

revertir el efecto del veneno gélido…

 

Volvería mil veces a recitarle poesía,

regresaría para escribirle en la piel

su esencia.

Solo quería hoy

regalarle besos de colores;

sólo besos…

De colores… como los que le gustaban.

 

Ayelén Benavides-

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