Poemas

Hacia el viernes

Me desprendo de los días inflexibles hacia el más tibio. Lo busco con curiosidad desplazada. Lo toco para verlo. Recorro el almanaque, lo miro rápido, el tiempo de ver, de haberlo visto, lo adivino fascinante, insaciable. Otras veces el camino va en sentido contrario. Es contradictorio como el deseo: en el momento en que el viernes empieza a acercarse, he atravesado el desierto, ya no sufro.
Sí, llega el viernes y el sol incendia el horizonte y muere; el cielo tiende al azul de la noche, y lo puedo adivinar sin quemarme los ojos.

Ada Inés Lerner-

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