Poemas

Miró sus manos

Subió al andén
de su desesperación.
Compartió el humo
de la hinchada triunfante
y el olor de un choripan postergado
le hizo ver la alegría
de la gente que esperaba.

Miró sus manos vacías
y supo que no estaba solo.
Postergó su crisis,
y al compás de bombos y banderas
volvió a su casa
a festejar.

De La inmovilidad de los ruido

Raúl Pérez Arias-

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