Poemas

Oración a la Inmaculada

Madre e Inmaculada, a vos acudo cada día,
con la mirada suplicante y el corazón en vilo,
deseoso de obtener amparo, de llegar a Dios,
con los pétalos del alma en eterna florescencia.
Así sea y sea así, lo que ha de ser gozo, amén.

Tu existencia, María, es un verso interminable,
eres toda belleza, en ti no hay mancha alguna,
y por eso se hizo carne el verbo que nos habita,
para que tengamos una Madre que nos acoge.
Así sea y sea así, lo que ha de ser gozo, amén.

Ayúdanos a vivir en el Señor todas las noches,
injértanos la inspiración de recrearnos contigo,
muéstranos la pureza y el camino del silencio,
para sosegarnos y que resplandezca la verdad.
Así sea y sea así, lo que ha de ser gozo, amén.

Que nuestro camino sea un canto a ti, Madre,
que en nuestros labios nazca el amor de amar,
que nuestras obras sean una donación total,
para poder saciarnos, nuestra sed de santidad.
Así sea y sea así, lo que ha de ser gozo, amén.

Inmaculada por siempre, glorifícanos la luz;
danos, de la pureza de tu ser, para orientarnos;
para que cuidemos y respetemos a toda vida;
que la vida, con los ojos en ti,  es más gloriosa.
Así sea y sea así, lo que ha de ser gozo, amén.

Escucha esta plegaria, atiende a nuestra súplica;
que el amor de Madre en Jesús nos alumbre,
que la purísima belleza nos seduzca y nos salve,
de este diluvio de penas a nosotros y al mundo.
Así sea y sea así, lo que ha de ser gozo, amén.

Víctor Corcoba Herrero- corcoba@telefonica.net

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