Poemas

Almuerzo

El cucharón alza su caldo de recuerdo
y pregunta por la abuela grande.
La cuchilla dentada se desliza
hasta la tibieza del pan
y pide por el hermano mayor.
Otra platería se ofrece amorosa
frente a madre y frente a padre.
Los de postre inquieren
por el revuelo de los chicos.
Y acuden los aliviados de la vida
a las tres campanadas
del impalpable que dirá:
“Bien.
Estamos todos.
Podemos comenzar”.

Marcos Silber-

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