A veces, un hijo
llora
silente
en la orilla del mar
pensando
que nunca a su mdre
le otorga el amor
que ella merecía y
un muro de lágrimas
invade su corazón.
A veces
los hombres
lamentan haber perdido
el primer amor
dicha de su juventud,
que nunca olvidarán.
A veces
una mujer
canta a Dios
implorando
por un hogar
para sus hijos
que viven en
un campamento
bajo las inclemencias
de la naturaleza
de su cantar, nace
un sol de esperanza.
Barón Francés-