Como aquí no hay montañas, subo al cerro más alto y grito
las venas se tensan en mi cuello,
explotando en mis sienes un sonido de lamento
que te alcance el castigo divino
que todo lo que des te lo devuelva con creces la vida
acordate que todo lo va, algún día vuelve
después de tirar esos malos sentimientos
coloque mi corazón, en su lugar
y lentamente, volví a respirar.
Elizabeth Tardiz-