En el cantar del río,
en la voz del viento
te tendré en mis brazos
te elevaré al cielo,
te arrojaré al río
y seguirás viviendo,
porque eres la escencia,
el espíritu del mar,
la fuerza de la tierra.
Vives en mí
y conmigo te irás
nos derramaremos
en cristalinas lágrimas
y haremos rosas de acero
que perdurarán en el tiempo.
Ana María Chaparro-