Poemas

Parte y desovíllame

Donde son sordos todos los murmullos

parte y desovíllame los huesos.

Deshilacha el corazón

hasta que la sangre se convierta en río.

Sácame los ojos, entrégaselos a la noche.

Desteje la trama de mi pelo y échalo al viento.

Enrolla mi lengua y déjala, donde las palabras

puedan relamer mi abandono y mi locura.

Sepárame los dedos

en especial, aquéllos que saben de escrituras

y entiérralos en algún rincón sombrío

donde los ratones mastiquen el rojo de mis uñas.

No te olvides de ninguna de mis bocas

que saben del amor, absórbelas como en una marejada

y llévalas a morir junto a los peces

Y a los oídos, que escuchan tus pasos,

que saben distinguir el sonido de tu voz

y el canto de Orfeo, disfrázalos de mar

y escóndelos, entre las caracolas del río

que repiten el rumor del universo.

 

Del libro inédito Último Patio

            Leonor Mauvecín-

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