Poemas

El tempo de Dios

Dios no es, pero todo es por Dios.

Todo existe por Dios que irradia luz.

Nadie puede suplantar al Creador

del hombre que irradia de Belén.

 

Dios, lo más evidente en la belleza,

lo más misterioso en la palabra,

lo más místico en la biografía del ser,

lo más sublime en el amor de amar amor;

siempre escucha la voz del alma,

y atiende los corazones desprendidos,

sin quitar ojo a las manos limpias.

 

Dios es lo que es y es el amigo

que no habla, pero siempre está.

Dios no es lo que queramos que sea;

a nosotros mismos, sus criaturas,

nos deja ser lo que queramos ser.

 

Los que en verdad buscan a Dios,

lo hacen dentro de sí,

a través de la humanidad y del mundo.

Cada obra de amor nos alcanza a Dios.

 

Dios es, pues, la vida que nos vive,

el amor que nos alienta a vivir,

y la paz que precisamos para hallarnos.

 

Quien se halla con Dios se halla consigo.

 

Víctor Corcoba Herrero- corcoba@telefonica.net

Comments

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *