Todo de mentiras
pintaste el retrato,
con las flores rojas
de nuestra pasión.
Porque me engañaste
te regalo el ramo,
de la ilusión rota
con tu cruel traición.
Yo no te desprecio,
ni te odio siquiera,
andate tranquilo
te doy mi perdón.
Quizás algún día
tu regreso triste,
encuentre en mis ojos
la herida de amor.
Lejos en el tiempo,
esas flores rojas,
le darán fragancias
a tu corazón.
Clotilde M. Soriani Tinnirello