El sol entra por los postigos
junto a los aromas
q llegan desde el patio.
Ella con el delantal
sobre la falda hace magia
en la cocina.
Dulzura ausente en las palabras.
Manos aprendices de caricias,
oídos atentos a la escucha.
Incondicional presencia.
Exquisiteces y entrega
que llevan a olvidar
la soledad dura, punzante…
irremediablemente
esa eterna compañera.
Graciela Di Laudo-