Poemas

Solos

Me confunden las voces

de tu nombre. Poco puedo

contra el pulso de tu pecho.

Nada queda en la vida por dejarte.

Mis manos ya son torpes

mi piel luce vencida

mi llanto que no es agua

no es simiente.

 

 

Me duele si me quieres,

eres ajeno,

pero más me duele tu silencio.

Es el mismo dolor

de la ruptura.

Te fuiste cabizbajo

me quedé culpable.

 

 

Pero volvimos. Y esta noche

en que me miras

florecer en luna de verano

me estremezco. ¿Debo inmolarme

en el infierno de tu fuego?

Dáme tu mano, amigo, que te beso

y ciérrate los ojos. Estamos juntos,

y como entonces, solos.

20 de noviembre 2012

 

Marta Zabaleta-

 

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