Poemas

El mate amargo

¡Qué dulzura sin par la del amargo!

Para gustar su líquida fortuna,

Atesorar su redondez de luna,

Sus estrellas dormidas, hay un largo

 

Camino de experiencia y sin embargo

Igual se brinda, límpido como una

Cantarina fragancia de laguna.

¡Qué dulzura sin par la del amargo!

 

¿Quién no le busca al alba o a la tarde?

cuando principia a arder y cuando arde

El día con sus dones y querellas.

 

En su ropaje mi ensoñar envuelvo

Y al fin del viaje cotidiano vuelvo

Rico de redondeces y de estrellas.

 

Camino de las Altas Cumbres, Córdoba, Argentina, 25 de octubre de 2001

            Gerardo Molina-

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