Aunque a veces me asaltan trazas de melancolía
en seguida abro las puertas a la alegría,
y dejo que la luz de la vida,
llene de nuevo mis días.
Cuando se acerca la tristeza,
me siento cerca de una estrella
y con su luz y calor,
dejo entrar de nuevo al amor.
Y si me llama la pena,
me acerco a la luna llena,
y con su blanca mirada
me siento querida y mimada.
Ahora te digo amigo
que si te falta cariño,
busca en el cielo cobijo
y despierta tu corazón de niño.
Siéntate en una estrella,
cuando te embargue la pena,
y deja que la luna llena,
acaricie tu cara de seda…
Emi-