Poemas

Alma de desierto

A una piedra de Córdoba

Ah, silenciosa

y circunspecta,

gris, con alma de desierto.

 

En mi extrañeza humana

cae tu firme soledad

hacia el instante de luz,

como de plata.

 

Y veo allí secretos

de pájaros antiguos

y el silencio de hombres

rompiendo minerales,

buscando tu belleza

de cuarzo, tu fragmento

de estrella.

 

Resplandeciente

y oscura,

sigilosa,

raíz de la montaña.

 

Sólo los puros amarán

tu abatido magma

disuelto,

el cristal apagado.

 

Rigurosa piel, quebrada y viva

 

Del libro El Musgo y la calma

 

Amalia Mercedes Abaria-

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