Poemas

Consigo

Desplaza su vivir y con designio calmo

comprende su pasado y hasta mide y admite

la razón de los años y rehace un instante.

 

También atiende a su alma y decidido aleja

por un momento el cuerpo pero después lo amarra.

 

Confía en su mirada porque también lo invade

aquello que lo ubica enfrentado a un dilema.

 

Y advierte que ya no es más un zafio caminante

y acepta los motivos de cuanto aún adviene.

 

Tiene sus manos limpias y todavía escucha

latir su corazón y ello mismo lo asombra.

 

Retarda luego el paso para otra vez hablarse.

 

Julio Bepré-

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