Poemas

Sueños

Sueños verosímiles

vinieron y era necesario.

Lo supe desde que los vi venir,

luego todo el mundo lo entendió,

(eso creo)

y reconcilié cada poema escrito.

Caminé pueblos. Vi como su gente

daba abrazos germinales.

Desandé a la mujer,

no puse pausa a ese abordaje,

ni despeiné la tarde en su tela.

Pensé si algunos sabían de manos sueltas,

sosteniendo, ese recién nacido paraíso

de manuscritos apasionados.

 

Del libro de la autora: Horas de arena

 

Raquel Piñeiro Mongiello-

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