Poemas

Vieja agenda telefónica

Nombres y más nombres.

La dirección borrosa,

la característica telefónica

ya inexistente.

Rostros que son,

que fueron

y alguno olvidado.

Personajes truculentos.

Conocidos ocasionales.

Familiares lejanos.

Amigos de siempre.

Combinaciones caprichosas

De iniciales heredadas.

Cada tanto brota

Un nombre diluido

y alias encomiables.

Letras, números y letras

En mis manos de titiritera.

Mágicamente, algún renglón

remarcado, refulge

en el recuerdo.

Otros desaparecen

o se sustituyen

por un nuevo sonido

con nombre y domicilio.

Señas bosquejando

lejanas facciones

y algún impreso

con su morada perdida.

Absueltos

que brotan en esperpentos

de lo que fueron.

Y están los muertos, instantáneamente,

bajo el trazo firme

de una línea recta.

Del libro de la autora: Los Indicios

 

Haidé Daiban-

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