En esta soledad de paredes tan altas
apenas sos un nombre en el silencio
(entre tantos extraños) que imagino,
antes de aquellas plantas
dejadas de regar.
Sola y tan solo a solas mientras espero el tiempo
igual que una memoria sin futuro
digo cosas, te hablo
sintiendo que a tus manos ha llegado el invierno.
Porque dicen me dicen
que no voy a llevarte de regreso esta vez
que sólo soy la sombra en el patio nublado de tus ojos
donde termina el día que no tiene defensa
donde bajan la voz los visitantes
donde a nadie interesa, ahora, si te vas
con tus ojos vidriados ya sin verme.
José Antonio Cedrón-