En el hueco onírico de mis largas noches,
oscila el columpio brutal de tu sombra.
Soy cual peregrina de oscuras mareas
buscando refugio en cielos sin soles.
En ese espejismo cabalgan mis noches
y desesperada en mi sed de ausencias,
deseo una pócima que borre tus pasos
y que ella me lleve a olvidar tu esencia.
Pero el mar insiste y trae en sus aguas
un barco fantasma que muestra en su proa,
tu imagen querida, tranquila, añorada
tomando distancia en pos de las olas.
¿Dónde está el olvido?, en mi cruel naufragio,
gritando tu nombre me encontró la noche.
Y en ese silencio bañado de lágrimas
sentí, que sólo era, ¡un triste despojo!…
¡Buscando incansable, temblando de frío,
el verde profundo de tus tiernos ojos!
Del libro de la autora: Mascarón de Proa
Lydia Pistagnesi-