Poemas

Tibiezas

¿Quién no guarda a sus hijos

como el palo borracho

entre nubes de algodones

que lo cubren de blanco?

¿Quién florece tristemente

como ese lapacho

que destiñe triste sus flores

ante la casa de la vecina

que se fue al camposanto?

Árbol, si eres casi humano.

Respiras

cada alegría

de los que te amamos

y tienes algo de santo

porque te brindas gozoso

ante la indiferencia del mundano

al que le entregas

fruto, calor, frescura,

perfume

y la belleza inusitada

que proclama la vida

como mágico milagro.

 

Hilda Augusta Schiavoni-

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