Yo quisiera sabiendo lo imposible…
que la marcha del tiempo se detenga,
y que fueran los años de mi vida…
¡Volver a la niñez de la inocencia!
Aferrarme al regazo de mi madre,
corretear en el patio de la casa…
o salir presuroso hacia la escuela.
Comprender esta etapa ya vivida
y crecer nuevamente en la esperanza…
de alcanzar con los años a su paso
un presente feliz… sin remembranzas.
Si volver a vivir fuera el destino…
viviría sin prisas ni tardanzas,
al ritmo de una vida compartida
y con la fuerza que nos da la calma.
Alejaría sí… lo que atormenta
y al ser que por ser vil… así se ensaña,
para aislarme en un mundo que transporte…
a lo sublime y puro de las almas.
¡Oh cuanto pido yo… mortal si debo
a Dios agradecer lo que me ha dado
y si luchar fue el sino en existencia…
¿por qué volver de pronto a lo pasado?
¿Acaso no me dieron mis mayores…
los principios de amor y de templanza,
para afrontar la lucha sin denuedos
y alcanzar un presente que me basta?
No reniego por ello… sólo anhelo
recordar la niñez… que yo venero
y en la paz de los años que transcurren…
ser niño, siempre niño… cada enero.
Domingo Roque Totino-