Poemas

Monólogo en una botella

Hablar. Mirar los ojos

de nuestros contertulios; darse cuenta:

Ninguno está escuchando, las palabras

se pierden en el humo. En los rincones

el polvo se amontona. Dados vuelta

hacia adentro, los hombres, abstraídos,

su universo contemplan: simetría del ego.

Y entonces:

Iniciar una conversación trivial;

que nada sea, pues nada permanece.

Multiplicar lo intrascendente, convertir

la nada en un catálogo de nadas infinitas.

De tanto darle vueltas,

tal vez en el reverso

de esa triste moneda

quede algo que importe:

el minúsculo poso de una idea.

De Por si mañana no amanece

Sergio Barao Llop-

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