Poemas

Mi amigo el perro

Yo tenía un perro, negro, petiso y peludo

feo, muy feo, pero era mi perro.

Todos los días salíamos a pasear

dando una vuelta por el barrio

y mi perro siempre a mi lado,

como un soldado,

obediente y fiel a su amo.

Cuando regresaba del trabajo todos los días

me esperaba el perro en el umbral de la puerta,

le hacía dos caricias y ya estaba contento.

Si yo regresaba tarde por las noches

el perro estaba esperándome

siempre en el umbral, esperando mi regreso…

Muchos años vivimos juntos.

Un buen día salí de viaje por varios meses

y a mi regreso,

me extrañó que mi perro

no estuviera en el umbral de la puerta esperándome.

Le pregunto a mi madre por el perro

A lo que me contesta… No sé que le pasó;

Vos te fuiste y se quedó varias días sin comer

Y un día, apareció muerto en el umbral de la puerta.

Pobrecito…

se murió de pena MI AMIGO EL PERRO.

 

Héctor E. Chabbert-

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