Poemas

Cuadragésimo

“Yo te conocía sólo de oídas,

pero ahora te han visto mis ojos” – Job 42.5

 

He visto emerger el sol en las lágrimas del ave

deshilvanando la fronda

en los aromas de sombra apetecibles del sauce.

 

He visto morir la estrella ante brillos desafiantes

apresando la hojarasca

y partículas de nácar aproximarse al instante.

 

He visto flotar la lluvia con cascabeles errantes

y un son de amante piedad

con silencio de humedad entre miércoles y martes.

 

He visto llorar la luna por el crespón del oasis

intemperie castigada

y la flor de la araucaria en la piel del mestizaje.

 

He visto cúmulos rojos con rumbos septentrionales

letales magulladuras

y una inefable criatura profetizando mi clave.

 

He visto un mendigo hoy que no quería mirarme

iba cargando una cruz

hoy he cruzado a Jesús en el medio de la calle.

 

Poema del libro Equinoccio XXV

Darío Leiva-

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