Poemas

La valija

Se fue al atardecer, con el alma en un puño.
Al día siguiente, pasada la noche mitad insomnio y mitad pesadilla, volvió. Temblando, buscó la nota donde seguramente ella le diría que no se la preparó, que no se fuera, que la esperara, que tenían que hablar, que no podían tirar así años de devoción.
Miró absorto su ropa, cuidadosamente doblada en la valija. Se sintió desfallecer. Ella estaría en su trabajo, allí, donde conoció al otro.
Ya sin alma se fue, con la valija en un puño.

 

David Slodky-

 

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