Poemas

Visiones en el valle del silencio

Escribo una carta donde comienza el sur.

Ya no regresaré. Es medianoche.

Por eso anoto aquí las primeras señales del camino.

Había un pino y un álamo y una senda muy blanca contra el verde.

Después llegó el rostro marrón y enjoyado del toro.

Había burbujas en su curtida superficie brillosa

y un anillo

para pasar al otro lado.

Ah no tengas miedo ahora que ya no se regresa.

Estalla el rosado violento contra azul de meteoros,

y pájaros geométricos sobre muy blancos árboles

y arcos de luna extendidos en horizontes índigo.

Oh violento es el azul como una llamarada que asoma

tras los troncos que crepitan

Este es otro Universo donde los pájaros cambian nuevamente de

formas,

ahora son blancos con las alas moteadas de las mariposas,

y sus cuerpos rosa furioso.

Oh, extínguete en la luz:

Cuando cierras los ojos ya no hay sombra

sino haces amarillos

que se tornan difusos.

Y el Sol ha entrado en ti hasta el último sueño.

No hay regreso

después de atravesar el Mar de Pasto.

 

Irene Marks-

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