Poemas

Réquiem

Nos dijimos adiós.

Y en un instante

se cayeron los cuadros y los besos,

las medallas ganadas con la aurora,

los cajones de risas y silencios.

 

Nos miramos, jugando a una tristeza

posterior y secreta entre recuerdos.

Y se hicieron palomas las palabras,

los perdones, las citas, los inviernos.

 

Ella quedó en las telas de la tarde,

en su voz angular, en sus desiertos,

curiosamente frágil, quebradiza.

 

Anoche, boca abajo,

la escondí con mis muertos.

Del libro Las novias del Zodíaco

Alfredo De Sicco-

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