Poemas

Rebelde

Como una aurora joven

miraba al horizonte con la inquietud por ojos.

Lo heroico de los lirios

estaba aún por llegar

por los siete caminos seminales

del placer que penetra

a través de los hilos sin arrugas.

Ni un pájaro buscaba las hilachas

que ya se desprendieron

de las tinieblas de la medianoche.

Ni un árbol conversable

soñaba con los velos

de niebla que jamás encontraron sentido

a las cercas que extienden su oleaje

hasta las cuevas de la cerrazón.

De todos modos, nada le importaba

sentirse removido por las rudas orgías

de las voces desérticas.

Una muchacha herida, un puente inmaculado

a su cruz se aferró

con la fuerza vital de los espejos.

El día caminaba

entre silencios firmemente anclados.

Un día inconformista como él.

 

Del libro inédito Los puentes debilitados

Carlos Benítez Villodres-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *